La música, como la vida misma, se sucede en el tiempo en una constante transformación de acontecimientos y emociones. Si nos apegamos a alguno de sus momentos, enseguida acontece el siguiente y perdemos la presencia en su discurso.
Una obra
El arte de contemplar posee un espacio y un tiempo propios. Reposa su actividad en la calma de la observación, no busca, no analiza, no calcula, es contrario a la presión del tiempo y del objetivo.
Su música es melodía
La música absoluta es pura, su reino no es de este mundo. No relata, no describe, no atiende a significados racionales, no desea explicarte ni recordarte nada.
La música absoluta conmueve tus emociones más sublimes, despierta tu intuición más allá
Abadía de Solesmes, siglo XIII
Bajo la tenue luz de las velas en el scriptorium, Fray Jerome ha dedicado el tiempo desde la hora nona en iluminar los textos escatológicos del libro del Apocalipsis. Ahora, reunido con sus hermanos en
La música programática es de este mundo, tiene color, tiene olor, tiene sabor, es empírica. Es experiencia de vida transformada en sonido. No tiene estructura previa, su orden lo define su discurso. Te cuenta lo que otros vieron o leyeron, te
La música contemplativa no va a la deriva. Se mece arraigada en el profundo espacio sonoro, homogéneo e inabarcable.
No es necesariamente lenta ni necesariamente rápida, es necesariamente articulada en momentos que anuncian desde sí mismos el siguiente.
En superficie
Hace años me regalaron un librito titulado, Zen en el arte del tiro con arco, de E. Herrigel. Lo leí y releí, lo disfruté y lo regalé. Como un pequeño tesoro que pasa de mano en mano.
Sus páginas
Quizá, sin los filtros psicológicos y mentales, con los que nos construimos la realidad a nuestra medida, encontremos otra más sencilla e integradora. Por ejemplo, si logramos mantener la atención con presencia en el discurso sonoro de la música, -evitando
El joven Benedetto corta y talla la madera en el taller del viejo maestro Antonio Stradivarius. Cuando era un niño se encaramaba al cristal desde la calle hechizado ante los instrumentos. Un día el Maestro le invitó a pasar transformando
Hace ya muchos años que me llamó la atención, “La Marquesa de Santa Cruz”, una hermosa pintura en la que Goya retrató a la hija de los Duques de Osuna, y a la que ya había retratado en “La familia